miércoles, 26 de septiembre de 2012

De cuando se vacía el vaso

Estaba yo así, quitado de la pena, a toda madre un día de una semana indeterminada tomando mis sagrados y desagradables alimentos en el comedor de empleados cuando de pronto pasó. Así es, aunque parezca mentira sucedió eso que todos esperaban con muy poca paciencia dada mi historia. Vi a una chica que me gusta.

Algo bajita, no suficiente para que me viera en ese momento diciéndole ¨chaparrita, te bañas primero o nos bañamos los dos?¨ pero bajita. Ojos miel de esos que dudas si son de animal o son de mujer por el brillo y el aire hasta cierto punto salvaje que dan esas tonalidades que uno como tolteca no puede aspirar a que sus hijos tengan (así es gueras del mundo, el gen del ojo oscuro es mas fuerte que casi todos los demás colores de ojos). Pestañas mega jaladas con cucharita de té durante el día y aspersoradas de rimel que daban la imagen que sus ojos eran de muñeca de $1500 pesos en liverpool. Piel blanca, pelo ligeramente rubio que seguramente el sol había terminado de confeccionar. Pecho levantado y orgulloso como un servidor gusta de, cintura difícil de determinar talle debido al honorable uniforme de la institucion laboral donde uno va a hacerse medio wey. Hermosa..

Mi última experiencia de ese amor a primera vista no me ocurría hace como 4 años cuando mis ojos se anclaron a una mujer de pelo negro, ojos café colombiano (lo siento, he estado viendo Café con aroma de mujer en Netflix), piel blanca como nieve, mente sagaz, curvas peligrosisimas y besos de demonio. Y fueron casi tres años de darle vuelta  a la página y regresar a releer y releer el capítulo como si hubiese olvidado todo la vez anterior. Lo que me hace pensar...

Será que el que cree en el amor a primera vista nunca debe dejar de ver?

Verdes

Desde hace mucho los ando buscando. Creo que desde que conocí la codicia de Gustavo Adolfo Bequer me ha dado la curiosidad. No niego que he pensado que los he encontrado, no muchas veces. Es que son tan místicos que no se sabe si están tremendamente vivos o completamente inertes. Creo que lo que Bequer y yo hemos buscado son como los cenotes. Con ese mismo color imposible de confundir, reflejan ambas, una completa quietud y paz, un insondable y profundisimo silencio y al mismo tiempo una vida interminable, ecosistemas completos dentro de ellos. La vida y la inercia en un solo par.

Unos ojos verdes son los que he buscado. Y he tenido varios contemplando mi mirar tratando de buscar esa chispa que uno se detiene a contemplar cuando ve un acto natural incomparable. Pero no lo son. Y han habido decenas de otras maravillas naturales. Una piernas eternas con olor a dulzura y juventud, un pelo negro que solo puedo describir como un fuego ardiente que arde de color negro rojizo a contra luz del sol, aunque solo lo vi de noche; unos labios carnosos como fruta fresca y sabor a tequila, unos pechos como la misma geografía de la tierra que me llevaban a noches volcánicas y pasiones verdes y sin saber. También hubo sonrisas perversas, malvadas que de tanto mal hacían sentir bien, hubo voces sexys, como canto de ángeles que murmullaban mientras gritaban a la vez. Hubo caracteres fuertes que obligaban a doblegar voluntades, un perfume dulce, atrayente, intoxicante y encantador. Existieron también galaxias enteras dibujadas en un cielo completamente claro y blanco, lienzo suave y delicioso en una espalda maravillosa que enseñaba un mundo de constelaciones en pecas de un cuerpo divino sin límite y sin poderse olvidar.

Pero siempre me quede pensando en esos ojos verdes. Son tan complejos que, al tratar de imaginarmelos, siempre terminan por escaparse de mi mente como un espejismo que al acercarse uno este se aleja hasta desaparecer. Es como pensar en un sabor que uno nunca ha probado. Sé que existen y están por ahí, seguramente no son para mi, ni lo serán, pero quiero por lo menos una vez, en un momento verlos y poder escribir de ellos...

De los cuentos de Hadas


        ¨Y entonces, una magica tarde de Abril, ahí estaba ella, Abril. Desde un lado del bar yacia postrado vigilante frente a su vaso Tomás. Tomás de pobres ropas, Abril de verdes ojos y bolsas de compras. Abril con la cartera llena, Tomás juntando para el siguiente trago entre el cambio Del transporte laboral. En un abrir y cerrar y ojos Tomás captó los verdes y deliciosos ojos de Abril. Y los de Abril se posaron casi obsesivamente en los de Tomás. Ambos sorteaban cabezas danzantes en medio del bar con la mirada para encontrarse ocasionalmente y sentir su sangre arrebatar. Esa sensación que confunden muchos con insectos en pleno revuelo que en realidad es como de un precipicio saltar. como que todos los organos por dentro, envidiosos de los ojos, quieren brincar un vistazo echar. Y, según los cuentos de Hadas, este es el principio de un muy buen feliz final¨.

      Y nos la tragamos enterita. Pero enterita. Tomás desde su lado del bar se rebate entre la duda si la vieja le tira la onda con la mirada cachonda o si hay un wey atras. Ya desde que vio su humanidad entrar al bar, Tomás ya desnudó a Abril, le quitó nombre, apellido, pasado, experiencias, ideología y edad. Solo esta interesado en su nombre. Y como dice la ley de Murphy: ¨No por darle nombre a una bestia la has logrado derrotar.

     Abril por su parte ya se imagino presentando a Tomás en su casa y, aunque nunca se discute abiertamente, pues existe el pequeño detalle de la falta de palidez en el tono de su piel. Tomás no se ve mal, parece que si no fue al gym en algun momento de su adolescencia o temprana juventud, por lo menos no se dedico a tragar garnachas en cada puesto saliendo del metro rumbo a su trabajo. Pero, seria suficientemente solvente como para ahogar su deseo de alcohol por esa noche?¨

    Nos encanta pensar que nada de esto tiene que ver con el tan mentado amor. Nos encanta pensar que esos solo fueron los pasos para escribir una romantica e idílica historia que terminaría en hijos y bodas y fiestas y casas y perros labradores en el patio. Pero la verdad es que el amor siempre empieza colgado de cosas de lo mas anti romanticas posible.

     Y no falta uno que otro como su servidor que piensa que por que sabe estas cosas es inmune a caer en el juego que seguramente Walt Disney orquestó desde su pequeño reino. Uno como cínico que es piensa que es inmune a estos jueguitos de rosas, chocolates, idas al cine, sexo constante, besos, arrumacos, empiernadas en tardes lluviosas y de fríos... Pendejo que es uno.

Y culpo a la cenicienta de todo....

martes, 10 de julio de 2012

De atardeceres


Los atardeceres

El dibujo de su espalda era una curva mortal. Irresistible, deliciosa e invitante.  La mera imagen de esta me provocaba mil emociones. Siempre en dualidad. Siempre terminaba viéndola dos veces en el día. La primera vez las ansias me comen, la emoción me domina y mi cuerpo toma control de mí. La segunda siempre es trágica. Siempre veo su espalda dibujada por la luz del atardecer. Esa luz que a veces es roja, a veces rosa y a veces amarilla delinea esa perfecta curva de su cadera dándome la espalda.  Pero es trágica, por que sé que el atardecer es aquello que me quita la luz de su sol. Es la marca de su salida de mi día. Es lo que marca mi noche y mi soledad. El atardecer me hace recordar que tiene un lugar a donde y con quien dormir.

Camino siempre tras ella para acompañarla a su coche. La puerta esta caída del lado del conductor por lo que tengo que abrírsela a la fuerza. Noto siempre su mirada vigilante y paranoica al salir de mi departamento y la acompaño al coche.  Todo aquel que mira sobre su hombro tiene una deuda que pagar.

Hoy recorro de regreso mis escaleras, de regreso a mi departamento,  y me viene a la mente la imagen de esta noche. Hoy no volteo. Hoy simplemente me abrazó y me dio un beso a la vista del público.  Me emociono como niño pequeño, pues pienso que finalmente estoy penetrando su fortificación, finalmente comienza a enamorarse al punto de no vigilar las miradas ajenas. A mitad de la escalera me dan ganas de celebrar.

Definitivamente es tiempo de celebrar. Hay un bar en la esquina. Caminando hacia allá, por primera vez veo este lúgubre camino hacia el bar como algo maravilloso. Veo el letrero de neón de una casa de citas y aprecio su belleza, veo el faro verde que nunca esta encendido con una vida infinita dentro de él y millones de historias para contar. Me maravillo de la luz de la calle que ilumina a un tipo recargado y llorando junto a él. Siempre hay alguien así en la esquina afuera de un bar.

Entro a mi bar favorito y pienso en todos los maravillosos momentos que he tenido con ella. Como hacemos el amor desenfrenadamente con las ganas de quien tiene poco tiempo para vivir. Como toco su piel como el artista que quiere sentir la pintura en su lienzo blanco antes de siquiera comenzar a pintar.

Después de unas cuantas copas decido regresar a mi casa a oler las sabanas que acaba de dejar aquella que se lleva mi vida en los atardeceres. Al salir, el tipo llorando en la esquina a mi entrada sigue ahí. Me parece familiar, pero no lo suficiente como para que finja que lo conozco y lanzarle un leve guiño de saludo. Puedo ver un dolor inmenso en sus ojos húmedos pero, como todo ser humano moderno, le doy la espada al dolor ajeno.

Al dar esta vuelta al dolor ajeno, un profundo dolor viene a mi cuerpo. Un intensísimo dolor que entra por mi espalda y estoy seguro que atraviesa mi corazón. Es él. No lo reconocí sino hasta que me causo un dolor similar al que yo le cause al estar con ella. Atravesó mi corazón por la espalda con un frio filo que agota mi vida por litro de sangre perdida. Siento como entra su venganza por mi espalda tres veces más en un callejo oscuro y falla el poste de luz de la calle, o mis ojos se cierran, no lo sé. Mientras derramo mi vida en la calle escucho un susurro sepulcral… “Ahora recupero mis atardeceres”… Después no oigo nada más.

It is what it is...

sábado, 26 de mayo de 2012

Que ya no quiero escuchar otro bolero mas

Que se detenga por hoy, solo por hoy la música romántica, la brisa del océano, las miradas cruzadas, las parejas en las calles, los ojos bellos, las sonrisas, las carcajadas, los litros de whisky, los esquites en las plazas, las carcajadas incontenibles, las caras de pingüinos, los besos apasionados, las caricias nocturnas, los puentes imaginarios, los bailes en la lluvia, tus caídas, mis caídas, las cartas no entregadas, los corazones rotos, las chelas en tu casa, los panditas, las notas, el tequila, las novelas de amor, las distancias que faltan, las que sobran, el sol en mi ventana, los silencios obligados, las platicas eternas, las suplicas chantajistas, tu cuerpo en mi sillón solicitando asilo, tus ronquidos casi insonoros, las fiestas en mi casa, las noches interminables, las conversaciones de tres horas, el estar solos, tus piernas, tus labios, tu cara, tu cuerpo desnudo en mi almohada...

Que hoy no quiero escuchar otro bolero mas...
It is what it is...

Un viernes en la madrugada


Como comienzan las historias? Normalmente con un lugar y un tiempo, mi lugar y tiempo es un viernes en la madrugada. Uno siempre camina con las puntas cuando algo significa peligro o cuidado. Y con esas puntillas entre en una noche de Luna febril al camino de unos labios divinos.
Una vez roto el vidrio, a uno ya no le importa arrastrar los pies. Y así salgo de ese camino hoy, notando los vidrios en el suelo, descalzo, con los pies sangrantes y sin miedo ya a cortarme.

Nunca hay que entrar a un juego donde en las reglas esta establecido que vas a perder. Siempre establecemos estas reglas, estos estatutos que nos determinan como va a ser el camino. Llamese etiquetas, reglas, acuerdos, contratos y demás. Aunque suene cursi el corazón no tiene reglas, no le importa si se estableció un parámetro de comportamiento. Solo siente. A veces tanto, que rompe todas las reglas. Y que son las reglas sino la mera vanidad de creer que controlamos las cosas? Que son la reglas? Si no una manera débil y falaz de proteger nuestra maltrecha alma.

Este viernes salí del camino de una mujer, para probablemente nunca volver a caminar en el. Seguramente seguiré contemplando ese camino por muchos años mas, viéndola crecer, desarrollarse y convertirse en eso que seguramente se convertirá. Este viernes por la noche retomo mi camino solitario y dedico estas palabras para eso que pudo ser y no fue. Dedico estas palabras a esta dulce agonía que es estar enamorado de unos besos sin igual.

Este viernes en la madrugada me prive de un futuro lleno de esos labios, en pos de seguir buscando esta interminable contienda de ser... Este viernes renuncie al aroma mas dulce que ha perfumado mi almohada... tu esencia.
It is what it is...

lunes, 14 de mayo de 2012

Una mañana desde adentro... de mi

Siempre se queda en mi mano una última caricia. Siempre mi mano trata de alcanzar tu piel blanca para una última caricia y tu espalda se levanta en el segundo preciso en que mi mano está a milímetros de tu roce.

Y me quedo con esas ganas hasta que volvemos a vernos bajo el manto y cuidado de las noches y las copas. Tanto espíritu bohemio que me adjudique en mis años de juventud y ahora añoro una piel blanca mas que a mis vicios y virtudes. Siempre quise esta incertidumbre constante para mantenerme enamorado. Siempre quise tener este objeto de deseo que alcanzo y no obtengo. y nunca pensé en lo que sentiría al tener algo tan lejos y tan cerca.

Las mañanas desde adentro siempre fueron tan claras, tan notoriamente controladas y encerradas en una absurda monotonía. Las mañana que despertaba con plena conciencia de estar enamorado fueron siempre iguales, con mayor o menor intensidad pero con la plena conciencia de que había algo mutuo, algo normal, algo... simple aún con sus notorias dificultades.

Estas mañanas lleno de ti, hambriento de ti... son indescifrables. Lo peor, es que no las quiero descrifrar. Quizás la mala vida es tan necesaria para este empleo de enamorarse del amor... quizás la buena vida es solo un intento de controlar lo que nos dicen que debe ser...

y al final, es lo que es. No hay principio definido, ni un final perceptible hasta que llega.

It is what it is...

domingo, 13 de mayo de 2012

Enfermedades crónicas

Y que me enamoro de nuevo...

No puedo mas que compararlo con una enfermedad deliciosa. Una adicción al sufrimiento y a disfrutar un aroma dulce entre las sabanas. No es lo mismo yacer en una cama con una mujer, a compartir el lecho con alguien de quien se esta enamorado. No hay criatura mas perfecta que la mujer de la que uno esta enamorado.

Y por que así, por que tan joven, porque tan dulce, por que tan suave? es como si me dejaran sin armas para combatir esta terrible enfermedad, de estar terriblemente enamorado. Y el problema es, que no se hasta cuando.

Que pasa si se vuelve crónica y no termina. Por que no me basta ser tu amigo.

It is what it is...

martes, 17 de abril de 2012

Las últimas gracias

Esta es una de esas múltiples ocasiones en las que no se por donde empezar. Pero creo que es la primera que no quisiera tener que empezarla. Hoy hablo de Ricardo Rosas. 92 años, una pierna y el corazón mas grande que he conocido. Abuelo de uno de mis mejores amigos en el mundo que se adelanto a todos nosotros hace apenas un año. Abuelo de todos nosotros de una u otra forma ya sea que compartiera o no la sangre. Uno de los últimos símbolos de lo que era nuestra familia completa.

Tengo recuerdos de todo tipo, de todas mis edades y de todos los ratos felices. Tengo en el corazón el recuerdo de estar en Ecatepec despertando de un fin de semana con ellos dos, Pilar y Ricardo, escuchar a Janey, su pastor Alemán ladrar como si fuera el ultimo día para hacerlo. Recuerdo bajar y tener una pelea de 45 minutos con mi abuela para terminarme el atole y solo era recompensado mi esfuerzo por que mi abuelo en secreto me hacia café con leche y galletas de animalitos. No había Television abajo ni nada particularmente de niños que pudiese yo hacer pero por alguna razón me gustaba esa casa, algo tenia que me hacia regresar. Principalmente era mi madre que no solicitaba mi voto para ir con ellos, pero ahora veo que lo básico era la vibra de esa casa.

Recuerdo ya un poco mas adelante el accidente de Pancho al hacer el salto del tigre que le costo tres años estar en cama en mi casa con cerca de medio kilo de acero quirurgico y media tonelada de dolor diario, pero aun así se negaba a dejar ir esa pierna. Con los años, los sufrimientos y el vasto aprendizaje de dejar ir la casa que tanto adoraban y dejar todo su pasado atrás, creo que Pancho finalmente tomo la decisión de dejar ir a la pierna que hoy esta alcanzando. Pero de esos tres años siempre recordare como los papeles se invertían y ahora a mi me tocaba hacerle el café con sus galletitas de animales.

Una vez sin su pierna, viviendo muy cerca de mi, recuerdo su vasta pasión por las novelas, el ron y la compañía de mi abuela. Recuerdo que se me hizo impresionante como aprendió a moverse a sus 70 y tantos años de aquí para allá, como si tuviera 18 años y tan solo se hubiera fracturado el tobillo. Tenia una extrañisimo y bendito amor por la vida que no he visto muy seguido. Recuerdo viajes, idas a xochimilco, fiestas, reuniones, huateques en todos lados y nunca hubo una vez que lo oyera arrepentirse de nada. Con una pierna de menos, muchos años encima y una cuba en la mano nos platicaba de sus travesuras de joven y su hambre de vida. Pero eso no es todo, también su corazón era una mansión abierta a quien quisiera entrar. Recuerdo que mi madre me platicaba que, en una ocasión, a mi mama y a Irene se les habían roto los zapatos, y él ya con casi 15 años fumando sus delicados diario decidió destinar su presupuesto de cigarros a los zapatos faltantes de las dos niñas que adopto como su propias hijas Y Nunca Mas Volvió a fumar. Así de enorme era el corazón de Ricardo. Gracias a eso su nieto, Ricardo Martinez logro desarrollar un corazón igual de grande y generoso.

Creo que hay demasiadas cosas que puedo recordar de él y mas paginas que podría llenar, pero lo importante, lo que debemos aprender del abuelo es que siempre hay que tener el corazón abierto, la dádiva en las manos y una hambre impresionante por vivir, por que no he conocido a nadie que amara mas la vida que él.

Richard, te doy las ultimas gracias por todo lo que me diste, queriendo y sin querer.

It is what it is...

domingo, 19 de febrero de 2012

Mal amor?

Existe?

Existe el mal amor, aquel que nos hace sufrir? el que nos arrebata el sueño y la confianza? existe en verdad algo con tal poder que nos hace caer de tan alto como el cielo que nos dejo tocar brevemente? No será que nos ofrecemos a un dios falso cuando unimos nuestra voluntad, fuerza, inteligencia y vida.

No será que esa necesidad tan humana de sentir algo intenso nos provoca someternos a la idealización de nuestro objeto de deseo? Es un hecho que tenemos varios conceptos del amor. Sin duda todos conocemos el que provoca el consumo indiscriminado de alcohol y la repetición constante de canciones que comercializan este sentimiento. Todos conocemos ese que nos saca de nuestra zona de confort y exploramos la vida que nuestro objeto de deseo conoce como su vida. Todos conocemos ese que incendia el corazón por la mañana al encontrarte abrazado a una pequeña espalda que derrama un cabello largo y perfumado justo después de haber soñado con la misma imagen.

Pero cual es el verdadero? Es acaso que esta constantemente condenado a ser solo uno, o sera acaso que dependiendo el tiempo en el que se piensa en el la intensidad cambia? En lo personal pienso en mi primer amor inocente como la mayor expresión de amor, libertad, risa, diversión y la fusión de dos caminos en uno. Pero la brevedad de la percepción provoca que en en presente todo eso era algo que se da por sentado hasta que el ciclo concluye con el descubrimiento triste que todos esos sentimientos no existen mas.

Es que es un ciclo interminable, o simplemente la decision de percibir al amor como a uno le conviene mas?

O será que solamente esta dentro del cristal con que se mira?


It is what it is...

Para mañana

Hola,

Yo sé que aun no me lees o me conoces, pero te quiero asegurar que ya casi estoy listo. Ya supere muchas cosas para estar contigo pero aun me falta, pero en cuanto termine aqui corro a tu lado...

Si es que existes en el futuro.

Se han fijado que las mujeres ideales siempre son calladas?

It is what it is...

Revisar las pertenencias

A veces uno tiene el impulso de evitar que alguien baje del coche. Muchas veces uno lo hace. La mayoría de las veces uno pelea contra lo que simplemente es.
No sé si hice bien en dejar pasar esta oportunidad.
Lo que si sé es que el camino es largo y los pasajeros bajan antes de que causen accidentes y por eso uno debe estar agradecido y cerrar la puerta y revisar que no se dejen pertenencias a la salida.
It is what it is...

domingo, 22 de enero de 2012

De las noches de insomnio.

En las noches que vienen del pasado y del inesperado futuro se esconde un ente. Una esperanza medio viva y medio muerta que confunde al ser y deja a la incertidumbre entrar. Un insomnio mortal que me deja dormitar por breves periodos para darme una prueba de tranquilidad para después quitármela y burlarse de mi cansancio de pensar en ti. Miro a la luna sonriendo y siento que esa risa mágica y brillante esta también burlándose de mi estado a punto de fenecer.
Mis ojos tratan de descansar y una imagen de la última sonrisa que contemple de ti mantiene abierta la pequeña rendija de mi conciencia. Lucho por cerrarlos para lograr llegar a ti en sueños por lo menos. Pero no me deja el insomnio llegar a ti ni en recuerdos.
Cuando me resigno por fin a no conciliar el sueño abro los ojos por completo nada mas para ver si lo que hace falta es actividad, pero en cuanto la resignación viene a mí el sueño se trepa en sus hombros con todo su peso y vuelven mis ojos a querer claudicar en su esfuerzo de ahora estar despierto. Y juega así conmigo el insomnio con mi descanso.
No se si eres tu pensando en mi sin querer, no se si compartes el insomnio de mi ser, pero no me deja dormir tu imagen en mis ojos. No quiero pensar tanto en que pudo ser o en que fue pero este insomnio sin ti no deja que el otro lado de mi cama duerma con tranquilidad. Y sin ese otro lado con tu cuerpo volteando a la pared, mis ojos se resisten a creer que hay razón para descansar hasta verte volver.
It is what it is...

sábado, 7 de enero de 2012

de tabacos y amores

Las 3 am… no es un numero cabalístico?
Yo fumo. Supuestamente malo para la salud. Hay cosas peores, pero en el honor a la verdad no me hace bien fumar. Tampoco me hace bien enamorarme. Razones igual de simples, se siente bien al  inicio, increíblemente bien, pero al final te mata, encuentro una analogía perfecta para el amor en el cigarro y el daño que hace.
Hay amantes del habano tradicional y hay amantes del cigarrillo. Aquellos que aman los cigarros conocen el efecto en su cuerpo igual que aquellos que aman los cigarrillos. Un habano tiene cuerpo,  textura, personalidad y sobre todo intensidad. Los cigarrillos son quellos que te dan una pasividad realtiva, un momento de placer y son efímeros como el viento que les ayuda a quemarse. No importa cuanto dure un cigarrillo, el efecto es el mismo, efímero, satisfactorio y falaz. La hoja pequeñísima de tabaco puede consumirse con el mismo viento que sopla cerca de ti. El habano es maduro, es fuerte, es para dsfurtarse .
El problema se encuentra básicamente en el golpe. Un cigarrillo se encuentra en el modo perfecto de absorción, es fácil, indoloro, y, aunque puede tener sus infinitas consecuencias (hasta la muerte), conserva lo maravilloso de lo temporal. El golpe es suave, soportable, magnánimo y nihilista, te disfruta tanto como tu a el. El habano, o cigarro como tal, tiene inmensas cualidades de cuerpo, intensidad y tranquilidad a fumarse.
Los amores son asi. Uno pasa la vida tratando de encontrarse un habano en la vida, fuerte, durable, inteligente y sofisticado. Pero mas que nada se encuetra uno con miles de cigarrillos, marlboro, camel, bensons e infinidad mas. En la búsqueda del habano se encuentra uno mucho con que, a pesar de sus radicales diferencias, siguen siendo… cigarrillos.
Pero el golpe… aaahh el golpe es tan diferente. El golpe del cigarrillo es un golpe suave sin consecuencias , libre, aceptado, conformado, feliz…
El golpe del habano es intenso, complicado, requiere dos o tres fumadas para saber con que tratas, se atora en la garganta, tienes miedo de el, te complicas, maduras, lo rechazas, y tomas el humo como un simple juego en la boca que se traduce en bocanadas de supuesta valentía, pero en realidad es un intento burdo de pensarte valiente sin serlo en realidad. Hasta que un dia sin avisar, un habano entra en tu boca por un regalo.
Que hacer con un cigarro de tanto cuerpo aparente y consistente..
Empece mi año besando a algo catalogado como un puro, y hoy, no mas. Me pregunto… no fui lo suficientemente valiente para esc0ger o, hay algún valor real de pelear por lo que quieres si, lo que quieres quieren algo mas?

It is what it is...