martes, 24 de septiembre de 2013

Guadalajara, mi amor! 1

Vengo regresando de lo que seguramente el destino andaba cocinando para mí como mi pedazo de cielo. Una amiga mía comentó alguna vez en una descripción para otra amiga como “Cole, es como la reencarnación de Pedro Infante.” No estuve muy de acuerdo de inicio con esta declaración. Yo como que me autonombraba la reencarnación de Copérnico o de Mendel o alguien así como trascendental en la vida científica, pero como con mucha hueva. Después de los últimos 5 días en Guadalajara presiento que la introspectiva se merece un manazo y la interpretación externa de mi amiga termina por ser una terrible realidad.  

                Me hallé en una ciudad diseñada para mí. “Y le gustó la ciuda’, Joven?” Me interrogaba el taxista que me dio un ride al aeropuerto a mi salida. Mexicanote el condenado. Bigote largo hasta el borde de la quijada, panzón y malhablado. “Sí, está muy chula la mendiga” comenté. “Pos a mí se me hace igual que el D.F. pero la mera neta aquí están bien pinche buenas las viejas. Por todos lados hay viejorronones” No me quedo otra que reírme en voz alta porque, a pesar del tono más bien perverson del hombre, esta declaración era absolutamente cierta. Mi mirada estaba inundada de placer. A donde fuera y donde mirara había de estas criaturas que a mí me encantan, esas que se han vuelto un motivo de estudio para mí. Mujeres. Tengo la firme convicción que todas son maravillosas de una u otra forma. Una mirada, un gesto, una acción, pero todas, hasta las mas perversas, tienen algo encantador. Pero Guadalajara me las enseño de una manera altamente adornada. Incluso mi corazón se quedó plantado en las tierras de una de ellas. Ignoro si lo sepa para estos momentos pero hoy soñé con ella.

                Una tapatía alta, de tez blanquísima, ojos grandes y redondos, labios carnosos y la voz más suave y sexy que he escuchado hasta hoy. Desafortunadamente mi debilidad por la susodicha me dejo pasmado. Casi tanto como cuando conocí a una tormenta, pero no igual. Mis piernas temblaron, mi voz se rompía, mi completo ser se estremecía en duda. Cómo podré hablarle a esta sirena tapatía? Por desgracia ya para el momento que me atreví a hablarle, el tequila en mi cuerpo sobrepasaba los niveles de agua y sangre en él por lo que mi torpeza fue multiplicada y solo alcancé a alabar alguno de sus atributos y le di mi teléfono. No, no pedí el suyo, el idiota de mi le dio el mío. Ahora comprendo eso que dicen que “Alcohol and por judgment don’t make a good choice”.

                Y bueno, el tequila. El pueblo (o ciudad, por si alguien se ofende) es hermoso. Caballos en las calles, cantina a cada dos vueltas, y la destilería de José Cuervo. No sé qué es pero creo que Pedro Infante vive en mí ahora. Y el ritmo de la gente, su tono tapatío, la comida, el mariachi a casi cada diez minutos sentado en una cantina, en fin, todo lo que un charro a caballo quiere de la vida. Y la vida la viví ahí. Cantando, bebiendo, mirando y al final enamorado. Tuve mi primer momento Pedro Infante al ver pasar a la gente en la lluvia, voltear mi cabeza y ver a todos mis hermanos y sus hijos sentados en una cantina comiendo, bebiendo (menos los menores, claro está), hablando, riendo, tomándose de la mano para recibir la electricidad del tipo de los toques. Pero parecía más que se tomaban de las manos para orar, una oración divertida, llena de tradición y risas. Creo que el tipo de los toques eléctricos es una especie de cura, sacerdote cuyo propósito es que la gente se tome de la mano con más fuerza de la que jamás se habían tocado. E incluso algunos bajamos la cabeza y cerramos los ojos mientras nos pasa su palabra a través de la electricidad.


                Más detalles en otro post, por ahora espero a Laura, a ver si mi torpeza le atrajo en absoluto siquiera para contestarme. 

lunes, 16 de septiembre de 2013

El príncipe azul no existe


Siempre he querido escribir algo con este título. En diversas ocasiones intente escribir un libro con ese título. Pero esta vez será solo un breve análisis. Hoy hable con una amiga mía que cometió el error que todas mis amigas y estoy seguro que todas las amigas del lector comenten. Sigue esperando al príncipe azul. No es nada reprochable. De hecho es algo bastante natural y común. Ilógico, inverosímil y sin punto verdadero, pero natural y común. No malentiendan estas declaraciones, eventualmente hablare de los fantasmas masculinos, pero por ahora concentrémonos en este ser mitológico.
               
                Galante, educado, servicial, paciente, consentidor, adinerado, caballeroso, guapo, encantador, inteligente, Sofisticado, soberano, buen vestir, decidido, organizado y por supuesto valiente y varonil. Estas son las marcas que etiquetan a este minotauro moderno. Y hasta el día de hoy, las mujeres se adentran, dependiendo de la edad, en esta cueva oscura, este laberinto que es el establecer relaciones, con la esperanza que eventualmente y después de golpear un par de callejones sin salida, encontraran a este minotauro. Y esto se realiza con la plena fe, por lo menos al principio, de que este agente de la fantasía aparecerá. Como digo, realmente es un hecho de lo más normal.

                Sin embargo, creo yo que estas chicas que parten en búsqueda del susodicho, ignoran el hecho de que están hablando de un personaje idealizado en miles de cuentos de hadas. Ignoran, no por ignorancia sino por elección. Para empezar un tipo de las características que describo sería un absoluto y total ego maníaco. Uno tiende a volverse orgulloso cuantas más cualidades le son otorgadas y reconocidas. Los seres humanos somos seres imperfectos y como tales seres imperfectos los hombres más que las mujeres desarrollamos una habilidad para ser lo peor de lo que podemos ser. Si nos permitimos hacer uso de la historia antes que de la ficción, podremos ver que la realeza es más bien un sacrificio. Con muchos beneficios pero con más sacrificios de los que un hombre común está dispuesto a hacer.  El príncipe real, es un ser altamente complejo, obscuro y en general inamovible en su andar, decidir y concertar.
               
                Y que quiero decir con esta introducción a la realeza? Que todo, absolutamente todo viene atado con un lado bueno y uno malo. Aquel tipo encantador, dicharachero que fascina a las mujeres por su “charm”, muy probablemente  sea encantador con TODAS. Lo cual trae el tema del celo y las posesión eventualmente. Aquel hombre decidido y adinerado, muy probablemente no le dará a su mujer una independencia o un lugar en las decisiones que tienen que ver con eso que le sobra. Un hombre respetuoso, caballeroso y galante, muy probablemente tenga algunos complejos de Edipo por resolver y hay una garantía casi invariable de que la mama de él y la mujer a la que él ame tendrán varias trifulcas por la atención de él.

                Con esto ni quiero decir que no haya hombre bueno, únicamente que hay dos cara por cada moneda que uno tira en este juego del amor. Una mujer de profunda sabiduría teórica pero muy poca respuesta de acción una vez me dijo: Yo quiero un hombre cuyos defectos yo pueda tolerar”  Creo que es la declaración más realista que he escuchado sobre el amor.

                Por otro lado, tengo esta amiga, que constantemente me pregunta y pide consejos sobre estrategias con hombres. Yo, siendo uno de los peores, le doy a veces parte de mi sabiduría de manipulación y consigue pequeñas victorias sobre los desdichados hombre que caen bajo sus preciosas pestañas. Sin embargo, de un tiempo a esta parte ya está dubitativa, ya no me pregunta por objetivos simplemente me pide “ Cole, como le hago para que me quiera” y mi respuesta es “Si supiera eso, tendría el secreto más valioso del mundo.” Pero hay algo importante que considerar. Cuando su intensión única y determinada era terminar bajo las sabanas de un hombre, las cosas se vuelven increíblemente fáciles. No hay nada más fácil en la tierra que llevarse a un hombre a la cama. Yo mismo soy el tipo más fácil del planeta. El problema es cuando el amor está en juego. Ahí todos tenemos diferentes niveles de complicación. Hay quienes deciden dejar esa ecuación aparte, guardada en un cajón hasta que llega una edad más apropiada (la mía seria como a los 60), hay quienes únicamente quieren casarse y después irán buscando el amor con lo que se deje, hay quienes gustan de repartirlo, hay quienes lo buscan con desesperación y hay hasta algunos hombres que dejan que el amor fluya cuando fluye. Todos tienen un diferente nivel de complicación. El problema con muchas mujeres es que verdaderamente saben lo que quieren pero deciden adaptarlo a la complicación del tío en cuestión y esperan a que sus intereses se junten, lo cual no siempre pasa. A veces es mejor saber qué es lo que quieres y no dejarse arrastrar por el nivel de complicación que un hombre tiene en la cabeza. En otras palabras, di lo que quieres, retírate cuando los intereses no se junten.

                Otra razón por la cual esta figura de “el príncipe encantado” se ha vuelto completamente mítica es por la sencilla razón por la cual las mujeres lo persiguen. A este tipo se los venden sus madres, sus tías, sus hermanas y primas mayores gracias al ser más malvado que ha existido en el planeta antes de George Bush…. Walter Disney. Fascista, racista, espía y ejecutor, Disney creo una red de mentiras en la cabeza de todos los humanos desde 1936. Igual que televisa ha estupidizado a los adultos de poco discernimiento, Walt Disney se dedicó a adoctrinar a ya casi 4 generaciones de niños en conceptos básicos de moral producida por el estado, bajo el pretexto de mantener inocentes a los niños con valores de calidad, Disney y su máquina lograron lo que querían. Mantener a todos a raya, asustados de salirse de la línea que se nos impuso. Y como afecta todo esto al príncipe azul? Todas las niñas se han puesto a la expectativa que un hombre desconocido, por su atractivo físico y su docilidad, vendrá a rescatarlas de todos los problemas que la vida les presenta sin darles a ellas oportunidad de crecer por sus propios méritos.

                Todo iba perfecto para Walter, hasta que las mujeres pudieron votar y reclamaron sus derechos. Pero entonces una paradoja nació. Mujeres capaces, creativas y luchadoras se encontraron con que el paradigma de su infancia y lo que se probaron a sí mismas estaban encontrados. Y llega por ahí de los años ochenta la revolución. Que quiere la mujer del hombre? Nunca se le enseño a requisitar cosas del hombre, estaban ya prerrequisitadas con tanta trinche caricatura donde el oligarca saca a la plebeya de su miseria y la vuelve una princesa. Pero ahora resulta que ya pueden salir de la miseria solas. No solo eso, ellas pueden estar solas. Y fue ambos, una divina realización así como una terrible resaca al alma. Existe la posibilidad de estar sola.

                Y entonces llego el miedo, a la soledad, a la vida, a no encontrar a quien este para ellas. A no ser adecuadas, a no estar suficientemente delgadas, a no ser suficientemente inteligentes. Y entonces el príncipe Azul tomo un nuevo matiz y se volvió la bandera por las cuales manipularon a una nueva generación de mujeres haciéndolas sentir inadecuadas para el susodicho caballero. Y hoy?

                Hoy entre tanta información, este personaje sigue teniendo mucha fuerza, puesto que ahora el miedo es no encontrar a este unicornio en medio de tanta realidad, a veces es una bandera que toman las mujeres para no dejar que nadie se acerque si no tiene tal o cual característica, hoy este personaje se ha vuelto verdaderamente un caos mental, social y, por qué no, sentimental para todas las mujeres. De pronto es tanta la concentración, principalmente en las primeras etapas de la vida sexual activa, que es casi imposible mirar a un hombre normal y reconocerlo por precisamente ser eso… un hombre real.

                Concluyendo, creo que ya está un poco de más esperar al príncipe azul. Si en realidad lo que la intensión que este personaje carga es el sentir el amor de pareja, pleno, sin prejuicios, sin tapujos y sin el difunto Walt queriendo controlar sus expectativas, creo que hay formas sencillas de verdaderamente elegir a un hombre por su irrevocable realidad. Primero que nada, hay que saber lo que se quiere, si no quieres a un drogadicto, deja de buscar a tu soul mate en tus amigos de las fiestas. Conoce que es lo que estas dispuesta a tolerar. Si no toleras la mala ortografía, aléjate del “ola ke ase”. Y por último, pierde el miedo, a la soledad o al salir herida. A final de cuentas no hay garantías en este planeta. Incluso un cínico como yo ha estado profundamente enamorado y dispuesto a todo por una mujer…
Por un tiempo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Antivotos

Antivotos.
 Sí, hace mucho escribí esto y estaba completamente sobrio y cada palabra es cierta.. o lo era entonces...

K:

Pensé mucho en estas palabras. No son palabras sencillas y mira que eso de las palabras nunca ha sido realmente una complicación para mí. Quizás porque sé que mis palabras contigo tienen un significado más pesado. Cada letra que emito con referencia a ti tiene un peso enorme, quizás porque son como nubes llenas de agua, solo que en vez de agua es sentimiento. Y mientras lea se que la lluvia comenzara, el fluir de los sentimientos se liberara para que lo aprecies, lo toques, lo huelas y te empapes de estas emociones.


                Te puedo decir que sin lugar a dudas, por más cursi que esto suene, desde el primer momento en que te vi, mi vida comenzó a cambiar. Desde el fondo. Desde la forma. Desde el corazón. Desde una junta en que te vi entrar de pantalones blancos y blusa azul de los Royal, mis paradigmas cayeron y nuevos paradigmas necesitaban establecerse. Mi meta: Conquistar a la chica del cabello recogido y los lentes sexy. Poco sabía yo como me iría a cambiar esa meta.

                Todos guardamos en el alma un concepto de amor. Rara vez lo logramos experimentar y lo confundimos con la obsesión, la posesión y el miedo a la soledad. Por estas confusiones uno termina por ceder todo lo que uno es con tal de mantener junto a nosotros lo que creemos es amor. Algunos basan esto en alguna película protagonizada por Hugh Grant, otros lo basan en la matrimonio de sus padres, otras desdichadas en los cuentos de hadas que pretenden idealizar conceptos muy burdos de lo que es un ser humano perfecto. También tenía el mío, también estuve influenciado por Televisa, por Hollywood, por mi madre y mi padre y por los cuentos de hadas donde la princesa es toda perfección, dulzura, sumisión y obediencia.
                No soy quien para juzgar cual concepto es el verdadero, o si existe el verdadero, lo que si te puedo decir es que mi primer mañana desde adentro contigo me trajo a saber que, después de todo mi cinismo anterior, todavía existía el mariposario que muere y revive con la falta de tu aroma y con la aparición del mismo.
                Ni tu ni yo creemos en estos convencionalismos sociales que dictan la vida de la gente.  Sabes bien que la familia Korn Flakes es la mentira más elaborada de la historia desde la veracidad histórica de la biblia. Sabes que mil veces preferiría adoptar a un niño que requiere amor que traer a otro mocoso a este mundo cruel, aunque durante diez mágicos meses pensé que si tú eras la madre del mocoso en cuestión, quizás valdría la pena traer a otro cristiano a disfrutar todo el amor que nos tenemos como escudo contra la crueldad. Y sabes ante todo que la unión de nuestras almas encadenando a nuestro cuerpo con un papel es lo último que quisiera hacer en la vida.
                Por eso te propongo un no-compromiso conmigo, una antiboda que se celebra esta noche contigo y toda esta gente desconocida a nuestro alrededor. Y para que me aceptes te propongo lo siguiente.

                Prometo amarte mientras este cuerpo decadente continúe deambulando por este valle de lagrimas (como  mi madre le llamaba a esta maravilla llamada vida) y después del desgaste de este, prometo volar a cualquier universo, a cualquier realidad, a cualquier dimensión buscando tus constelaciones grabadas en tu espíritu para poder tener el privilegio de fundirme contigo de nuevo. Te juro que hare todo lo posible para que, mientras me des licencia de amarte de cerca, te sientas plena y feliz con los momentos que tengamos juntos.

                Hago un juramento también para jamás querer apresarte, para quererte como al cisne salvaje y conformarme con amar tu belleza de lejos, tras los arbustos cuando te de miedo que me acerque a tus aguas. Doy mi palabra que abriré un universo pequeño para los dos que se expandirá al infinito mientras estemos juntos. Claro que haremos una fiesta enorme cuando finalmente comprendamos que amarnos no es tenernos ni tenernos es amarnos, si no lo logramos rindo mi honor que hare una fiesta más cuando el universo nos debilite por estar juntos y decidamos volver a darnos tiempo para recuperar nuestras fuerzas y regresar a ser tan fuertes como somos.
                Por la tumba de mis seres querido que iré tan lejos como me sea posible por no hacerte derramar mas lagrimas por mí, por que por cada una que has derramado, una puñalada en mi corazón se ha asestado con fuerza hasta dejarme con pedacitos de corazón sangrante.
                Hoy, bajo este cielo, en este edén en la selva, rodeados de todo lo que ha existido siempre y seguirá existiendo mucho después de que dejemos el planeta, te propongo que te unas a mí en espíritu, en cuerpo y en esencia hasta que la muerte nos lleve  a otra etapa donde te buscare siempre…
Te amo.

               

               


Bajo la Luna

       Este fue, un pésimo intento de hacer una canción hace algunos años con un par de amigos. Él, de un talento musical y creativo bastante elogiable y ella de una voz divina. Se quedó en un CD que seguramente ya perdí, pero me quedo el recuerdo. Estaba basada en un texto mío.

Por fin llegué
Después de minutos de lluvia intensa
Logré llegar al lugar deseado,
A este café
Tan solo para contar mi historia
de un corazón tonto y enamorado

Y mientras  yo estaba esperando el suceso
Anunciado e incompleto
Sabía que decían  que el amor era inmortal
Eso tampoco era cierto

Y aquí esperando el momento en la lluvia
Trabajando mis deseos y mi angustia
Te dejo el privilegio de la duda
Camino esta acera de regreso contemplando
Tu ausencia fría bajo la luna

Mi amor guardé
Un lugar junto de mi en la mesa
Y te esperé horas derrotado
Fue en Santa Fé
Donde te busqué en la tormenta
Y te vi llegar en un auto plateado

Y mientras te bajabas del coche con él
y le dabas un beso
Sabía que mi amor no era infalible o inmortal

Y lo mataste con eso

martes, 10 de septiembre de 2013

De noches y soledad

La noche es seductora. La noche es compañera y no juzga. La noche me esconde lo que no quiero esconder y me revela lo que no quiero escuchar y sin embargo es la única mujer de manos frías que me enciende.

     .....Pero en la soledad y en la noche, la luna se vuelve el fantasma mas grande para combatir

La regadera

        Despierto de nuevo, como cada mañana. Pero es distinta… Desperté junto a ella. No cualquier ella sino, la indicada. ¿Será acaso que ella será capaz de retener mi atención. No puedo negarlo, son las seis de la mañana de un domingo y estoy fuertemente abrazado a ella, a Gilda y es la sensación más grande del mundo.

       Ella se levanta y yo pretendo estar dormido. Y realmente quiero estarlo, quedarme en un sueño profundo donde solo entrevea sus pestañas rubias moviéndose con el sueño que la posee.
Pero se levanta por desgracia y desde que la veo enfilarse al baño sé que anoche terminó. Ahora ella juega su papel, el que yo siempre jugué, el del lobo solitario que pasa la noche en una cueva y en la mañana se marcha sin despedirse.

      Se baña, escucho el agua… Es música, nostalgia, algunos beats… Es Gilda en la regadera. Al salir comienza un ritual que había yo tachado de banal. Sale con la toalla apenas agarrada de su pecho. La toalla cae. Ella es así, dispuesta a mostrar su desnudez sin llegar a despertar morbo. Es como una pintura. Verla es increíble. Cada pasada del cepillo en su cabello, ver cada respiración de su espalda desnuda. Ya no finjo sueño y levanto levemente la cabeza con los ojos bien abiertos. Sospecho que me sabe despierto, pero no hace nada. Hasta me actúa un poco.


      Verla ponerse el maquillaje. Todo un ritual. Ella no lo usa. Alguna de mis amistades nocturnas habrá dejado ahí los implementos de mentira.

    Continuará???

lunes, 9 de septiembre de 2013

La vida en el trópico

Ayer vi a una iguana reptando tras unos arbustos y brinqué como niña que acaba de ver a una cucaracha. Es tan extraño que algo que ves todos los días, dadas las circunstancias adecuadas, puedes espantarte al nivel de un brinco de respuesta “Pelea o vuela”. Pues sí, yo veo iguanas todos los días. Algunas pequeñas que no distan mucho de una enorme lagartija en la ciudad de México. Otras ya tirándole al bebé de Godzilla. Claro que hace diez años, esto era una enorme novedad. Tomaba casi diario una flor y se las daba de comer. Eventualmente se fue haciendo una costumbre.

                Y es que en este punto del paraíso casi todo ya es costumbre. Sin embargo, hace algunas semanas me preguntaron si me gustaba vivir aquí, en el paraíso, en Cancún. Mi respuesta fue inmediata y automática: “Lo amo”. A lo que mi interlocutora comentó: “A mí, no. No hay tradición en esta ciudad”. En ese sentido tiene un punto de razón, pero no es absoluta esta razón.  Cancún es una ciudad joven. Comparándola con las ciudades de México, digamos que Cancún está en su adolescencia. Está en un punto de no juzgar, de vivir y dejar vivir, de desarrollarse, de saber quién es y mientras lo hace, las noches son de fiesta, como todas las juventudes de nosotros.

                Abierta la mente de la ciudad, invitando otras culturas, abriéndose espacios en el arte, la cultura, los casinos, los puteros, los restaurantes, los comercios, la vida, la naturaleza, los edificios. Cancún está llena de contradicciones tan flagrantes que, si uno no supiera la realidad, pensaría uno que Cancún es humano. Se debate entre la corrupción y actos verdaderamente nobles de representantes y dirigentes de la ciudad (no hablo de políticos sino los que verdaderamente la dirigen), entre el hampa y el poder caminar a media madrugada en estados etílicos deplorables sin miedo, entre la completa ambición sin límites y movimientos de ayuda a animales y necesitados, entre el tiempo compartido y la construcción de un futuro para la familia, entre trabajar a comisiones y propinas y regresarse uno a la ciudad de origen, entre llegar casado y divorciarse al año de vivir aquí y formar una pareja sin necesidad del matrimonio  con un lazo más fuerte que cualquier lazo legal, en fin, tantas batallas internas.

Hay tantas historias que podrían ser tan características de varias ciudades del mundo, pero todas se concentran aquí. Cancún aún no define su personalidad, está debatiéndose entre miles de potenciales y no se decide aun por ningún lugar en donde aplicar su espíritu. Es el lugar ideal donde las personas más variadas, locas y especiales que el planeta pudo cocinar, se reúnen y forman equipos, forman alianzas, forman, amigos y, con un poco de suerte, forman familias sin sangre comunal.


Cancún trae consigo  al proverbial ángel y demonio en los hombros, dejándose influencias por ambos cuando la vida lo demanda. Y uno, a uno no le queda otra más que vivir este paraíso que además de todo esto, tiene un calor tan intenso, que uno se siente como en casa. El espíritu de la ciudad nos acoge en un manto de calor y humedad o, para los que no están aptos para el reto, los envía de regreso con todo y maletas al frío manto de su ciudad natal, donde algunos dicen que regresan por el teatro y los museos que no hay en Cancún. 

Mentiras maternales


Mi madre me decía...

Si comes y cantas te vuelves loco
Si miras la tele desde cerca te quedas bizco
Si te mojas te vas a enfermar
No te truenes los dedos, te va a dar artritis
Eventualmente encontrarás al amor de tu vida


Recientes estudios han demostrado que todo esto es mentira...

Honores

A veces creo que me gusta pelear por tu honor



                         ... que es mucho mas de lo que tu hiciste por ti.


Pero lo hago...

Sin personaje

         En algún momento de mi vida una mujer me hizo sentir esto.

         Todavia no puedo asignarte un personaje correcto en mis historias. Creo que eres demasiado buena como para que te transcriba yo al papel. Nunca terminaría de describirte o describir el amor que me has dado y que te tengo. Solía yo escribirle a las chavas de mi vida que eran "la criptonita de este superman" mi debilidad, lo que me hacía caer y esa era mi manera de ver al amor, hasta que... te conocí. Ahora sé que tu eres mi refuerzo, mi fortaleza, esa razón especial que hace que uno se sienta capaz de todo, eres mi brújula para cuando me siento perido, tienes ese beso que me rescata de todo lo malo y bueno también. Creo que pasará mucho tiempo y algunos libros para que yo pueda poner en papel todo esto que significas.


          Se podrá de nuevo?

martes, 3 de septiembre de 2013

Aviso Personal


                Llevo ya casi dos meses tratando de escribir algo con este título, gracias a la magnífica canción Luna en lunes. No había podido. Quería darle cierta magnitud e importancia. Hoy creo que encontré como interpretar esto que veo con lo del aviso personal.

                Hoy mismo escribí sobre esta pequeña ventana de mi actitud sobre la pareja y me encontré con varias reflexiones que, a falta de mayor nivel de literatura, pondré hoy aquí como mi aviso personal. Una descripción de qué onda conmigo. Creo que lo más justo que puedo hacer es empezar con una de mis contradicciones más notables. #1, Adoro a las mujeres y #2 jamás he confiado en ninguna.
                Hoy en día se acostumbra mucho culpar a los padres de todas las idioteces que uno hace como hábitos autodestructivos, pero la realidad es que después de los 25 uno ya sabe para dónde masca la iguana y sabe perfectamente el límite entre mecanismos de defensa de la infancia y simples y llanos mecanismos de defensa por cobarde. Por lo tanto dejaré la memoria de mi madre en paz y comenzaré por decir que simplemente he sido bastante cobarde. Y de ahí comienzo con mis dos declaraciones principales.
                #1 Adoro a las mujeres: Y quién no? Creo que la única criatura capaz de odiar a una mujer solo por ser mujer es otra mujer. Las demás criaturas de la galaxia se maravillan de la increíble, inestable, inaudita, inexorable e inverosímil naturaleza de estas. Y no estoy hablando del milagro de dar vida y esos halagos gratuitos que sirven para darle a las facciones mas conservadoras de nuestra sociedad una pesada y terrible cadena que siguen arrastrando algunas a nuestros días. No, me refiero a ellas por ser ellas. Quien puede ser tan terriblemente molesta y al mismo tiempo maravillosa? Que otro artefacto invento dios con tanta complejidad y fuerza que al mismo tiempo es delicada, frágil e intempestiva? No lo sé. He encontrado miles de mujeres en mi vida y de todas de una u otra forma me he enamorado quizás por diez segundos o toda mi vida pero siempre han llamado mi atención. Cada canción, cada logro, cada guerra, cada institución loable, cada causa que un hombre ha creado ha sido para salvaguardar de una u otra forma a la mujer. Dado esta que también hemos intentado poseerla, humillarla, envidiarla y cada una de las emociones negativas del hombre, puesto que en la maravilla que convocan siempre hay un sentimiento de recelo, de incomprensión, de dominación a lo que uno no comprende. Porque en toda la historia de la ciencia no ha habido ningún científico que haya logrado resolver ese misterio del universo. La mujer.
                Claro que siempre habrá hombres que hayan creído conquistarlas. A varias o a una pero nada más es una ilusión temporal. Aun cuando el dominio ha llegado o el amor las ha vencido siempre serán de una u otra forma libres. Y en eso radica su maravilla. Nos buscan tanto como nosotros a ellas, en estos tiempos quizás más que antes, pero aun cuando nos han encontrado siempre serán libres y nosotros estaremos irremediablemente atados a su interés. Eso es lo que me ha llevado a pensar en el pasto que siempre es más verde del otro lado. Cada una de las que me han compartido su vida, por mucho o poco tiempo tenía algo que la anterior y la futura no. Y en cada oportunidad fui dejando un poquito de mi ser, en ocasiones más de lo que estaba dispuesto a dar. Y ese es el problema, la administración de cuidados, lo cual, irremediablemente me lleva a mi segunda declaración.
                #2 Jamás he confiado en una mujer: Quizás su tempestividad, su incomprensibilidad, su bandera ondeando a su ritmo y viento personal, quizás únicamente el miedo petrificante de quedar anclado con una y no poder volver a navegar. Quizás una completa incapacidad para dejarme llevar sin tener control de nada… Quizás nada. Puede ser que en algunas personas el destino trazo un camino levemente más vertiginoso. O simplemente no todos estamos hechos para esto de la pareja. El punto es que no he confiado en ninguna. Existen su buenas dos o tres excepciones que comparten una caracteristica muy especial: No han ni pretender dormir conmigo y aun ellas no saben todo de mi. Pero, bueno, tampoco he confiado al 100% en un hombre tampoco, somos las criaturas más viles, llenas de defectos y débiles que existen. Nuestro camino hacia la superación y bondad normalmente está plagado por una maraña de errores, orgullos banales, metas superfluas y por lo menos un par de corazones rotos en nombre de nuestra libertad, integridad o la persecución de la felicidad que es el término más sutil para el egoísmo. Pero mi problema es la combinación del punto uno con el dos. No me rodeo de hombres, únicamente conservo a un puñado que considero dignos por diversas razones, pero en general mi mundo siempre está lleno de mujeres. Mujeres que admiro, mujeres que amé, mujeres que quiero amar, mujeres que amo y mujeres que temo.
                Y de ahí viene todo. De este personaje de esta novela que escribo día a día. Este personaje que no sé si ya pasó, ya está aquí o aún no llega. Ese personaje que se vuelve más mítico cuanto más se habla de ella. Esa que tanto hablan y alaban sus virtudes sin conocerla aquellos que me rodean. Esa que es “para mi” o “la buena” o “alguien que valga la pena”. Este personaje ya ha sido coprotagonista varias veces. Ya ha llegado y así como llega se ha ido. Quizás como dicen, el maestro no llega hasta que el alumno está listo. Y es muy posible. Por si llega o no llega este es mi anuncio personal. Estos son mis riesgos y trabas al tomar las ropas de este mítico y misterioso personaje. Quizás simplemente esta novela que escribo no se trata de amor romántico, sino de amor propio.
                Adjunto datos personales…


Actitud hacia la pareja

Una de las más recurrentes actividades en mi vida es una camita breve al Oxxo. Por lo general ando pasguateando todo el tiempo y no me doy cuenta de mucho de lo que pasa a mi alrededor. Pero hoy por la mañana escuche una frase. “People have a way of blinking and missing the moment –The moment that could change it all.” Así que me di a la tarea de estar más presente en este día. Y entonces observe mi caminata al Oxxo. Estoy levemente irritado por un comentario que alguien me hizo. “si cambiara mi actitud con respecto a la pareja”. Pff, dirían algunas amigas mías. Caminé entonces bajo una muy liviana lluvia hacia mi proveedor de comida chatarra y alcohol más confiable.
                Y ahí estaba ellos. Sin duda no mayores a 20 años, jóvenes, mal vestidos, semi empapados y besándose a la luz de un poste como si nada más en el mundo importara. Sin evadir las miradas ni llamarlas tampoco. Ella, con sus ojos completamente clavados en los de él. Él, con sus manos completamente abrochadas al trasero de ella como se aferraba el tipo de Titanic a la mano de la inglesita esta que se durmió en la tabla que podría salvarlos a ambos. Las manos de ella se debatían entre mantenerlas manos de él a raya y tratando de sentir la piel del insurgente este que parecía ser su novio. Por supuesto, la envidia me arrojo bastante lejos de la postal que dibujaban estos niños en la calle.
                Y venían a mi cabeza las sabias palabras de el que es probablemente al único tipo al que he admirado en mi vida. Cambia tu actitud. Cuál es mi actitud?, me pregunté.
                Seguí avanzando y, después de tomar mis respectivos suplementos para pasar la noche sin hambre, me encontré en la fila del Oxxo que ya es 4 personas más grande de lo que los anuncios de “Si usted ve a  más de tres personas en fila, favor de exigir que se abra la otra caja”. Pero me resigne por que los mexicanos tenemos una enorme tendencia a creer que no merecemos un trato especial, hasta que lo podemos pagar y entonces somos de lo peor. Mientras estaba en la fila, dos individuos estaban platicando sobre sus respectivas mujeres. Ambos cargados de las tres bebidas más importantes de la canasta básica: Dos litros de leche, dos latas de coca cola y dos botellas de cerveza. Discutían la última estupidez del que claramente era el más estúpido de los dos. Le había dado a conocer a su mujer, cuanto ganaba en total. El mayor de los dos se encontraba indignadísimo, era imposible para él creer que su mujer supiera cuanto ganaba. Frases como “siempre guarda pa las chelas” o “si te encuentras a una nalguita con que le vas a pagar” fueron emitidas por el caballero de enfrente a mí. El caballero mayor, quien se veía que tenía ya por lo menos sus ocho o diez años casado, ceso su indignación y volteó hacia el cajero emitiendo una broma relacionada con el tema, lo cual sacó una tremenda sonrisa para los 4 hombres que contemplábamos la escena, pero saco una cierta mirada de decepción del compañero más joven que había cometido el sacrilegio ya juzgado.
                Los hombres se retiraron y comencé a pensar a mis adentros de lo cierto que el caballero de mayor edad decía y como uno tiene que defender sus últimas libertades mientras se encuentra en esta jaula dulce e invisible de estar con otra persona. Y ahí me golpeó. Aun cuando no dejaba de tener descontento con las declaraciones del Sr., estaba de una u otra forma de acuerdo con él. Y el tipo tenía ya algunos años casado. Será entonces que mi principio de libertad había diezmado mis ganas de estar con alguien a largo plazo? O será únicamente que prefiero ser el tipo de cínico que conlleva este tipo de pensamientos sin ataduras y eso me hace más moralmente superior ante mis propios ojos? O nada más escapo de la idea de tener que coartar mis libertades absolutas y, aunque he tenido el amor autentico de una mujer, nunca he querido amar de vuelta? 
              Entonces… por qué lo añoro? Por qué me vuelve loco pensar en el toque de una mujer, en despertar de repente con alguien más de dos veces?

Será que hay mas que una actitud involucrada?? Que necesita mi aviso personal para atraer a la bendita indicada?